Escucho el timbal de tu corazón
Registro palabras de amor
Las bambalinas dueñas del teatro
Me inspiras con sutileza idolatro.
La fragilidad de tu faz
Del brillo lunar en segundo fugaz..
La maravillosa porcelana de tu tez
Me relata e indica y así a su vez
Me atraganta y quebranta mi nuez
De mi tristeza es escasez, seré ahora tu juez
Permitidme serlo, una y otra vez
De la maravillosa porcelana de tu tez
En los reflejos de los dos bosques
Entre ellos pierdo mi norte
Extraviado dentro de su brillo
Y los gemelos castaños mostrando el camino
De la longitud y oscuridad de tu maravillosa noche, el ayer
Envuelta ahora en llamas de purificación, la belleza de mujer
El cambio de noche a fuego
Transformación de seco a hielo
Tez de porcelana que brilla y exime de pecados
Convertida ahora en fuego que consigue alejaros
La noche que permuta y cesa de ser absoluta
Ya he sido el juez, dejad ahora que me involucra.
Aprovecho para comentar ya que no es un capítulo jejeje (Intento leer rápido para ponerme al día con el resto de capítulos)
ResponderEliminarLo cierto es que hay bellezas que embelesas y hay bellezas que arrebatan el ánima, sea cual sea la que te ronde ahora. Busca la entereza necesaria para no caer preso de sus designios, ante todo que no te robe tu esencia.
Un fuerte abrazo!
También hay bellezas que simplemente son bellas y dignas de admiración. Inspiran, son musas, y quizá poco más. Gracias por comentar un abrazo compañero.
ResponderEliminarEl texto es hermoso. Una bella exaltaciòn a ella. Me gustan mucho las metàforas del poema, son limpias. No esperaba menos de tu pluma.
ResponderEliminarUn abrazo y quedo a la espera de tus letras.
- Eliminé la entrada anterior por caer en el pecado de la redundancia.-
Adriana me alegro de que te haya gustado. Un abrazo.
ResponderEliminarMe gusta, es poético he inspirador, muy bello
ResponderEliminarTe dejo un beso y mis gracias por tu visita, si la red y esta mala conexión me lo permite claro.
Gracias por el comentario.
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